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El verde venenoso... favorito de Napoleón y su destino final.


De vez en cuando, durante las investigaciones, surgen datos curiosos que me sorprenden. Este artículo es uno de esos y quiero compartirlo con vos.


Desde la antigüedad se conocía un verde luminoso hecho con limaduras de cobre, que tratadas con vinagre daban el cardenillo o verdete (que luego se mezclaba con el aglutinante). Era el color que usaban los pintores y era tóxico.

En 1814 se fabrica un #verde mucho más intenso, disolviendo el cardenillo en arsénico (verde de Schweinfurt o verde de París). 

El verde era el color favorito de Napoleón, y también fue su destino final. Su exilio en Santa Elena transcurrió en estancias tapizadas de verde.


Cuando analizaron sus restos encontraron grandes concentraciones de arsénico en sus cabellos y uñas.


Pero él no había sido envenenado por sus vigilantes. Con el clima húmedo del lugar se disolvió el veneno de los tapices, muebles y cueros verdes.


Él murió lentamente intoxicado por el arsénico que contenían esas cosas en sus espacios.

Fuente: Eva Heller, Psicología del Color.



Hoy en día, estamos obsesionados con otro verde. Uno más claro y que es moneda corriente en las conversaciones diarias aquí en Argentina.


Por su volatilidad en estas latitudes, nos tiene bailando un regeatón medio esquisofrénico ecónomico y social.


Para no envenenarme en este momento (jajaja) prefiero pasar al verde DIVINO de los mates ricos que me recuerdan tanto a mi tierra misionera y me hacen compañía mientras te escribo estas líneas.


Ahora me encantaría leerte...


Por favor, respondé en los comentarios aquí abajo esta duda existencial MUY controversial que tengo hoy:


¿el #mate se toma DULCE o AMARGO?






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