Florencia Méndez

29 de abr de 20191 min.

El verde venenoso... favorito de Napoleón y su destino final.

De vez en cuando, durante las investigaciones, surgen datos curiosos que me sorprenden. Este artículo es uno de esos y quiero compartirlo con vos.

Desde la antigüedad se conocía un verde luminoso hecho con limaduras de cobre, que tratadas con vinagre daban el cardenillo o verdete (que luego se mezclaba con el aglutinante). Era el color que usaban los pintores y era tóxico.
 

En 1814 se fabrica un #verde mucho más intenso, disolviendo el cardenillo en arsénico (verde de Schweinfurt o verde de París). 
 

El verde era el color favorito de Napoleón, y también fue su destino final. Su exilio en Santa Elena transcurrió en estancias tapizadas de verde.

Cuando analizaron sus restos encontraron grandes concentraciones de arsénico en sus cabellos y uñas.

Pero él no había sido envenenado por sus vigilantes. Con el clima húmedo del lugar se disolvió el veneno de los tapices, muebles y cueros verdes.

Él murió lentamente intoxicado por el arsénico que contenían esas cosas en sus espacios.

Fuente: Eva Heller, Psicología del Color.

Hoy en día, estamos obsesionados con otro verde. Uno más claro y que es moneda corriente en las conversaciones diarias aquí en Argentina.

Por su volatilidad en estas latitudes, nos tiene bailando un regeatón medio esquisofrénico ecónomico y social.

Para no envenenarme en este momento (jajaja) prefiero pasar al verde DIVINO de los mates ricos que me recuerdan tanto a mi tierra misionera y me hacen compañía mientras te escribo estas líneas.

Ahora me encantaría leerte...

Por favor, respondé en los comentarios aquí abajo esta duda existencial MUY controversial que tengo hoy:

¿el #mate se toma DULCE o AMARGO?

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